¿Quién era Bertha Dudde?

Una promesa dice: Juan 14:21

El que tiene Mis mandamientos, y los guarda, ése es el que Me ama; y el que Me ama, será amado por mi Padre, y Yo le amaré, y Me manifestaré a él.

Debido a esta condición y esta promesa los textos registrados por Bertha Dudde y posteriormente publicados pudieron encontrar su camino en este mundo. Se revela en los textos recibidos por Bertha Dudde, Dios Mismo en Jesucristo, la Palabra Viva de Dios …. La Palabra Eterna en Si Misma nos habla aquí a nosotros, a los humanos.

Muchas cosas en las antiguas tradiciones, muchas de las palabras a menudo “arraigadas” de la Biblia reciben nueva perspectiva. Bajo esta luz, se desarrolla una comprensión del Plan de Salvación y la Obra de Redención recientemente revelado por Dios. La sabiduría y el amor infinitos de Dios se hacen reconocibles, Su misericordia con la creación caída …. así como la Enseñanza de Amor de Jesucristo. En consecuencia, la denominación a una confesión o religión pasa a un segundo plano, especialmente porque Dios solo ve y presta atención a los corazones de las personas.

Bertha Dudde (1891 – 1965) fue una mensajera elegida por Dios. Las revelaciones divinas recibidas a través de ella se integran también en los escritos comparables de otros místicos cristianos de los siglos pasados. A Bertha Dudde se le permitió recibir y escribir 9000 mensajes individuales, durante un periodo de 28 años, desde 1937 hasta 1965.

Tras su muerte se formó un círculo de amigos con la intención de publicar estas revelaciones divinas. Alrededor del año 2000 empezaron con la publicación y distribución de los textos en libros y folletos temáticos. Al mismo tiempo empezó también la publicación en internet. Se está traduciendo los textos en muchos idiomas, existen actualmente solo unos 3000 mensajes traducidos al idioma español, se sigue traduciendo, faltarán todavía unos años para llegar a 9000.

Quien se toma el tiempo para leer estas revelaciones, se da cuenta con el tiempo que todos los mensajes individuales son como pequeñas piezas mosaicos, un mensaje se añade, junta y complementa a otra, hasta que el corazón-mente empieza a reconocer todo como una gran obra magistral dramatúrgica divina en la que el amor es el protagonista y la medida de todas las cosas. En esta gran obra de amor, el ser humano mismo tiene que encontrar su sitio en esta obra de amor, siempre con la ayuda de Dios.

Por otro lado, el conocimiento humano siempre seguirá siendo una pieza de obra, porque el entendimiento es limitado y si busca penetrar en el conocimiento espiritual o incluso en el conocimiento terrenal …. siempre habrá límites y siempre seguirá siendo fragmentario, siempre y cuando el Espíritu de Mi apagué el entendimiento, y poder enseñar al ser humano verdaderamente, de modo que una mente despierta también puede dar a sus semejantes un conocimiento en cuestiones terrestres.


Autobiografía de Bertha Dudde

Bertha Dudde (1891 – 1965) escribió la siguiente autobiografía (1953) a petición de muchos amigos:


Retrato dibujado por el hermano Franz Dudde


Desde el 15 de junio del 1937 estoy escribiendo mensajes que he recibido, a través de la palabra interior. Siguiendo un deseo expresado a menudo por mis amigos, por la presente doy una breve explicación de la recepción espiritual, una descripción de mi camino en la vida y de mi propia actitud.

Nacida el 1 de abril de 1891, como la segunda hija mayor de un pintor en Liegnitz, Silesia, tuve una infancia armoniosa con seis hermanos en el hogar paterno. Muy pronto ya llegué a conocer las preocupaciones sobre la existencia desde el principio. El deseo de poder ayudar a los padres me hizo practicar mi inclinación por la costurería y ganar dinero. La falta de dinero de los padres se mantuvo y con ella también la preocupación. Y de esta manera me hice útil a la familia hasta hace poco.


Bertha Dudde:

“A través de la GRACIA de DIOS, el Evangelio se transmite una vez más a los hombres y se señala con enfática seriedad al propósito de la existencia humana”


Mis padres pertenecían a diferentes denominaciones. El padre era protestante, la madre católica. Los niños fuimos educados en la fe católica, pero nunca experimentamos ninguna presión o rigor con respeto a la práctica de las costumbres de la iglesia, de modo que en los años posteriores cada niño podría representar la fe que eligió con total libertad. Yo misma era religiosa, pero no podía someterme completamente al sistema doctrinal católico, aunque respetaba la iglesia. Pero no me fue posible representar algo externamente que no había convencido completamente interiormente. Así que ya no iba a la iglesia, no escuchaba sermones, no tenía conocimiento de la Biblia, ni leía ningún libro religioso o literatura científica, y no me uní a ninguna secta ni a ninguna otra escuela de pensamiento.

Cualquiera que conozca la doctrina católica de la fe conoce los problemas de conciencia que tiene una persona que quiere separarse de ella. Tampoco me salvé de estos. La pregunta quedó en mi: ¿Qué y dónde está lo correcto?

Mientras rezaba el Padre Nuestro, a menudo Le rogaba al Señor que me permitiera encontrar Su reino. Y esa oración fue respondida. Eso fue el 15 de junio de 1937. Oré y presté atención a mi ser interior – me quedé muy quito – a menudo permanecía a este estado, porque siempre me invadía una paz maravillosa, y los pensamientos que sentía – en el área del corazón, no en la cabeza – y me dio consuelo y fuerza.

Todavia no sabía que estos pensamientos me fueron “entregados”, hasta que, en una extraña experiencia de sueño, que luego resultó ser un sueño verdadero, me motivó apuntar estos “pensamientos”. Y así también escuché a mi ser interior y una serie de palabras salieron muy claras y distintas, que escribí. Fue el primer capítulo que me fue dado y que comenzó con las palabras: “¡En el principio era la Palabra, un Te-Deum para el Creador del Cielo y la Tierra!”

Y luego vinieron las dudas: ¿Escribiste eso de ti mismo? – En fin, luche´, oré u tuve muchas luchas internas, pero las palabras seguían regresando como un rio, una riqueza de sabiduría que me hacía estremecer. – DIOS Mismo me quito las dudas. Él me respondió, y Lo reconocí en Su Palabra como nuestro PADRE en el cielo. Mi fe creció, las dudas disminuyeron y recibí y escribí diariamente.

El contenido de los escritos estaba más allá de mis conocimientos. Expresiones que yo nunca había escuchado o leído, términos en idiomas extranjeras y científicos fluyeron imparablemente hacia mí. y luego las expresiones de amor del Padre Celestial nunca escuchado antes, que finalmente forman un refugio y una aclaración para todas las cuestiones de la vida.

La transmisión de la “palabra “ocurre de la siguiente manera: después de una oración profunda y una breve reunión, escucho hacia adentro. Allí los pensamientos ahora sieguen claramente enfatizados, las palabras fluyen individual y claramente, siempre de tres o cuatro seguidas, similar al anuncio de radio con el informe meteorológico del mar que se debe anotar. Lentamente, para que yo pueda tomar nota fácilmente, parte por parte de la frase se acumulan. Escribo las palabras de forma taquigráfica, como siguiendo un dictado, sin pensamientos ni implicaciones constructivas. De ninguna manera estoy en un estado de trance; Tampoco formo las frases, sino que las palabras me saltan individualmente sin que yo sea capaz de captar el contexto mientras escribo.

Texto original de Bertha Dudde

Después de días, a veces semanas, transfiero la copia taquigráfica en una copia justa sin leerlo primero, palabra por palabra, sin siquiera cambiar o “mejorar” una sola silaba, pero en ningún caso trabajar o estilizar el significado de lo que se dijo. – La duración de tal dictado es de aproximadamente media hora. Puedo señalar expresamente que el proceso no tolera un estado coercitivo u ocurre extasiado. Todo sucede con sobriedad y sencillez sin ninguna excitación o influencia de la propia voluntad. Puedo interrumpir en cualquier momento y después de horas y días seguir escribiendo el anuncio que fue interrumpido en medio de la frase. Sin haber leído bien lo que se dio anteriormente, me dictaron nuevamente con fluidez en la pluma.

Por lo tanto, mi voluntad está libre de cualquier obligación – lo que quiero es servir a la voluntad de Dios, es decir, hacer lo que es Su santa voluntad.

Puedo decir que fue introducido en la verdad divina como un alumno principiante, en conceptos que eran y tenían que ser extraños para mí en todos los aspectos.

Solo meses después encontré la confirmación de lo que había recibido por otro lado: conseguí literatura del místico austriaco Jakob Lorber. Nadie podrá comprender lo feliz que me sentí cuando leí las grandes obras de Jakob Lorber, del “Evangelio de Juan” y la “Juventud de Jesús”. A partir de ahora supe que la Palabra del Señor también había sido dada a otras personas, que Dios, el Señor ha hablado a Sus hijos en todo momento y seguirá hablando, como el Amor infinito y la misericordia del Padre no puede hacer otra cosa.

Con Lorber volví a encontrar lo que me fue dado antes. A menudo lo que se decía me resultaba incomprensible, pero el Padre celestial me dio las explicaciones con amor. Las experiencias y procesos, que no se pueden enumerar en detalle son milagrosos, pero que muestran una y otra vez la condescendencia inimaginable y la dulzura paternal.

La falta de educación general siempre me hizo sentir como una pizarra en blanco. La falta de dinero y tiempo me impidió leer buenos libros y asistir a conferencias. Solo conocía el trabajo tenso de la mañana a la noche. Y, sin embargo, recibía todos los días los deliciosos dones de bienes espirituales, pero sin saber para quien todavía los estaba recibiendo.

El hecho de que acepté las palabras de arriba sin contradicción probablemente se daba a mi total ignorancia de la biblia y las escrituras y doctrinas católicas. Según mi experiencia actual, un “católico o protestante serio” cuyo conocimiento esté anclado en bases doctrinales dogmáticas está demasiado centrado en estas para poder acercarse sin contradicciones y reservas a estas divinas palabras de nueva revelación y dejarlas madurar en sí mismo.

Sin embargo, hay científicos de varias facultades que, con creciente interés retoman estas enseñanzas divinas y las discuten seriamente. Su interés no solo está dirigido en las demostraciones irrefutables del origen de la materia y su posible disolución, sino también en la justificación de las enseñanzas erróneas de los diversos sistemas y denominaciones religiosas. En los mensajes que he recibido, se muestra en qué consiste el error, y se invita a todos a señalar a tales enseñanzas falsas siempre que surja la oportunidad.

Pero todos son libres de escuchar las Palabras del Señor. Pero quien ha captado el espíritu de la Palabra del Padre y no actúa en consecuencia, este aumenta la distancia entre sí mismo y nuestro Padre en el cielo. Entonces no obedece las palabras amonestadoras del amor, y, por lo tanto, se subordina obligatoriamente a la ley, e inevitablemente perderá también la gracia en la medida en que ignore el mandamiento divino del amor.

A través de la Gracia de Dios, el Evangelio se transmite una vez más a los hombres y se señala con enfática seriedad al propósito de la existencia humana. Así que el Amor compasivo de Dios trata de salvar lo que todavía se deja salvar – antes del punto de inflexión – ¡porque este se acerca! Del tiempo, que fue anunciados por los videntes y profetas de todos los tiempos – ¡el tiempo del fin, este ha llegado ahora!

Según mis notas, el Señor no distingue entre Sus hijos: “Venid a Mí todos”, es Su llamado de atracción. Bien por aquel que escucha Sus Palabras y Lo sigue. Dios ama a Sus hijos, Él quiere hacerlos felices a todos, incluso si no quieren saber nada de Él.

Anotado el 22 de noviembre de 1953

Firmado: Bertha Dudde